ENTREVISTA A DON PEDRO:
Hoy entrevistamos a Don Pedro, párroco de la parroquia de la Asunción de Pozuelo.
EP: ¿Cuánto tiempo lleva siendo párroco de esta parroquia?
En Octubre hizo 5 años, exactamente el día 15 de Octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús.
EP: ¿Cómo fue su vocación?
Mi vocación, extrañará que diga que no se como fue. Me la regalo el Señor desde niño a través de mi madre, de mi abuelo Antonio y de mi párroco Don Domingo, cuando yo tenia entre 10 y 12 años. A los 12 años fui al seminario. Eso no significa tener vocación, significa entrar en un periodo de formación y luego el tiempo y la gracia de Dios han dado fruto. Es un proceso, largo.
EP: ¿Qué es lo más bonito de ser sacerdote?
Todo, desde que te levantas, hasta por la noche, a todas las horas del día, pero sobre todo en el ministerio, la predicación y la celebración de los sacramentos y especialmente la Eucaristía y la Confesión.
EP: ¿Cómo recuerda su primer día en esta parroquia?
Pues con expectación, con nervios, con incógnitas, con serenidad, con paz porque venía obediente a lo que la Iglesia a través del obispo y del vicario me pedían y con mucho sosiego y con la incógnita de la actitud de Abraham, de salir de lo conocido para entrar en lo desconocido.
EP: ¿En estos años de sacerdocio a tenido alguna experiencia que nunca olvidará?
Muchísimas, de alegrías, de sufrimientos, de tensiones, de dificultades, pero el Señor está en medio de las alegrías y las penas. Si nos dejamos llevar por él, nos hace la ruta y nos acompaña. En concreto, pueden ser tantas, que darían para escribir un libro.
EP: ¿Ha cambiado mucho la juventud a lo largo de sus años de sacerdocio?
Yo diría que la juventud siempre ha sido la misma. Cuando hemos sido jóvenes de edad y de espíritu, pues, la juventud no ha cambiado en nada, es una actitud del alma, una manera de ser. En cuanto a la división de edades, pues, yo creo que no. La juventud es siempre la misma, es pasión, alegría, riesgo, incertidumbre. Ayer era así, hoy es así y mañana seguirá siendo así.
EP: Una palabra que defina a Don José Manuel y otra a Don Aarón.
No se puede resumir una vida en una palabra, la de Don José Manuel, por mayor y la del padre Aarón, que ha estrenado su sacerdocio hace 2 años, no se pueden encerrar en una palabra. Pero, por decir una, dentro de los límites que conlleva, sería, entregados al Señor.
EP: ¿Quiere dar algún mensaje a los jóvenes de esta parroquia?
Que sois lo mejor y que sois la corona, la ilusión, el “enganche generacional” entre unos padres y unos niños, y que estáis comisionados por el Papa, para ser evangelizadores de vuestros compañeros, de vuestros contemporáneos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario